lunes, 21 de junio de 2021

COMUNICACIÓN NO VERBAL

Elementos de la Comunicación No Verbal: Kinesia, Proxemia y Paralingüística









Dentro de la Comunicación No Verbal (CNV) podemos distinguir 3 elementos claves, a la hora de relacionarnos y comunicarnos con otras personas, a través de nuestros gestos no verbales, y el lenguaje verbal. Pasamos a analizar cada uno de ellos.

En primer lugar la Kinesia son los movimientos corporales, por los cuales,  podemos determinar el comportamiento de una persona, a través de su postura corporal, gestos, expresión facial, mirada y sonrisa.

La Postura corporal es aquella posición del cuerpo que adoptamos, cuando estamos en  una situación de comunicación con una persona o grupo de personas, y refleja el estado emocional. Una buena postura corporal es aquella en que el cuerpo está erguido y con la espalda recta, tanto de pie como sentado y esto demuestra que estamos relajados, sin tensión. En cambio, una postura rígida, denota un estado de ansiedad y si nos encogemos denota tristeza. Si cruzamos los brazos, indica que tenemos poca disposición a hacer algo, y estamos así a la defensiva, aunque en ocasiones puede ser simplemente  porque tenemos frío.  Todo ello, depende del contexto en el que nos encontremos.

Los Gestos son los movimientos corporales de las articulaciones: manos, brazos, y cabeza. Dan información sobre distintas señales verbales y pueden demostrar interés o aburrimiento, así como expresar emociones como alegría, tristeza, sorpresa, miedo, asco o  ira.

La Expresión Facial y la Mirada, son los medios a través de los cuales, podemos expresar nuestras emociones, sentimientos, y estados de ánimo, de una forma más rica e intensa, pues es la mejor forma para comprender lo que nos quieren transmitir los demás, mediante los movimientos de la cara. Pues como dice el dicho, “Una mirada dice más que mil palabras”. Así, las pupilas dilatadas, demuestran interés; el parpadeo indica nerviosismo o tranquilidad, por lo que si se parpadea muchas veces seguidas, significa que dicha persona esta inquieta. Con los ojos podemos expresar multitud de emociones y estados de ánimo y mostrará si prestamos o no interés a la otra persona, si estamos enfadados o contentos. A través del rostro, podemos regular la interacción con la otra persona y comprobar si estamos o no compenetrados con la misma, y en sintonía; esta técnica se denomina Rapport y se puede ver, cuando dos personas que están hablando entre sí, realizan los mismos gestos y movimientos corporales, como si de un espejo se tratara, e implica por tanto, que hay escucha activa y comprensión mutua entre ambas personas. Debemos tener en cuenta y muy presente, todo esto, a la hora de comunicarnos, pues  como se dice coloquialmente, “La cara es el espejo del alma”.  






La Sonrisa es otro elemento importante, pues a través de ella, se trasmite alegría, felicidad y simpatía; además de que consigue atraer a más personas, porque es contagiosa y ayuda a relajar la tensión. Una buena sonrisa, será amplia y ligera, pues si es exagerada, demuestra tensión, miedo, decepción. Se suele sonreír sobretodo, al saludar a una persona a la que acabas de ver, o que te acaban de presentar, y expresa alegría, placer, regocijo o felicidad; pero también puede enmascarar otras emociones negativas, y usar así una sonrisa fingida, que puede ser incluso signo de ironía.

Algunos ejemplos de Kinesia son: agitar la mano para decir Hola o Adiós; un apretón de manos, para saludar o para indicar que se ha cerrado un trato con un cliente; mover las manos mientras explicas algo, para atraer  la atención de tu interlocutor, o muecas de dolor cuando te has caído al suelo, por ejemplo o de triunfo cuando has ganado un premio.



En segundo lugar, vamos a hablar de la Proxemia. La Proxemia es la distancia física o grado de proximidad,  que se establece en dos o más  personas, en una situación de interacción. Hay una serie de Normas implícitas, aplicables a cualquier cultura, entre dos personas que mantienen una conversación. 

Hall indica 4 Espacios o zonas de acción, en la interacción entre dos o más personas:

  1. Espacio Público: son los espacios sociales, donde no hay ninguna función definida de los interlocutores. Por ejemplo, un aeropuerto.
  2. Espacio Habitual: Tiene un carácter más público, de acceso libre. No hay papeles marcados. Ejemplo: un bar o discoteca.
  3. Espacio de Interacción: Hay un papel marcado. Ejemplo: Un hospital, una clase.
  4. Espacio Corporal: actividades con carácter íntimo, entre dos personas que tienen mucha confianza entre ellas.

Así, “Acercarse demasiado”, puede ofender a la otra persona, ponerle a la defensiva o bien abrir la puerta a una mayor intimidad.  

Además, Hall, también distingue entre 4 tipos de Distancia:

  1. Distancia Íntima: (0-45 cm): Es la más guardada por cada persona, ya que se da entre personas que tienen mucha confianza, e incluso que están emocionalmente unidos, como es el caso de parejas, y también con amigos o familia. En esta distancia se puede oler al otro, y hablar en susurros.
  2. Distancia Personal: (45-1,20 cm): Se da en las relaciones cercanas, como por ejemplo: reuniones, en una oficina, asambleas, fiestas, conversaciones amistosas o de trabajo. Por ejemplo, si estiramos el brazo, podemos tocar a la persona con la que estamos hablando.
  3. Distancia Social: (1,20- 3,65 cm): Se da en relaciones más impersonales y se necesita un mayor volumen de voz para comunicarnos con una persona o grupo de personas. Es la distancia que nos separa de personas extrañas o desconocidas, por lo que se usa con personas con quien no nos une ninguna relación amistosa. Por ejemplo: la dependiente de un comercio, los nuevos empleados, los proveedores.
  4. Distancia Pública: (3,65 cm). Es hasta el límite de lo visible. Es la distancia idónea para dirigirse a un grupo de personas, en una conferencia, charla, coloquio, discurso, usando un tono de voz alto.



Por último, hablaré de la Paralingüística, que es la capacidad de codificar y decodificar mensajes, a través de códigos no verbales, producidos por la voz.  Los  Elementos Paralingüísticos, los usamos al entablar una conversación, y acompañan al lenguaje no verbal, de forma complementaria al mismo, para transmitir una información adicional al mensaje que queremos emitir. Se refiere más al cómo se dice, qué al que se dice.  Dichos elementos son los siguientes:

  1. Dicción: se refiere a una buena vocalización, es decir pronunciar las palabras de forma correcta, morfológica y sintácticamente, para que sean comprendidas por el receptor, sin margen de error.
  2. Fluidez verbal: es el ritmo que tenemos a la hora de hablar, de forma clara y concisa, usando pausas y silencios cuando sea necesario. Si es un ritmo lento, entrecortado, monótono, implica rechazo al contacto social, frialdad en la interacción; en cambio un ritmo modulado, ligero, fluido, es detonante de una buena comunicación y contacto interpersonal.
  3. Entonación: Es la modulación de la voz, a la hora de hablar, que indica si lo que decimos es una pregunta, entonación, afirmación, o si tenemos dudas, ira, temor. Los tipos de tono de voz, pueden ser agudos o graves, según cada persona; por ejemplo, por regla general, los hombres suelen tener un tono de voz grave y las mujeres más agudo.
  4. Volumen de la voz: Transmite emociones y sentimientos, y enfatiza el discurso. Hay que hablar en un volumen de voz adecuado; ni demasiado alto que demuestra autoridad, dominio, enfado, ni demasiado bajo que puede indicar timidez, inseguridad, introversión, y transmite la sensación de que no queremos ser oídos.
  5. Timbre: Es la cualidad que permite distinguir la voz de la persona concreta que habla, así como el instrumento u objeto que emite el sonido. Cada persona tiene una voz diferente, es decir, un timbre diferente, que permite distinguir quien es la persona que está hablando. Según el timbre, también distinguimos si habla una o más personas a la vez, y podemos diferenciar entre dos sonidos que tienen el mismo tono e intensidad.









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